¿Alguna vez te has parado a pensar si alguno de nuestros residuos deshechos pueden llegar a perjudicar nuestra salud sino se gestionan de forma correcta?
Desde Transanc queremos que conozcas la diferencia entre los residuos peligrosos y los no peligrosos y su correcta gestión.
Un residuo es peligrosos cuando supone un riesgo para la salud o el medioambiente. Para que se produzca este peligro debe presentar unas características determinadas como ser explosivo, inflamable, tóxico, infeccioso, nocivo, irritante… etc.
La forma más sencilla de saber si un residuo está en alguno de estos grupos es mediante el etiquetado del producto, ya que debe figurar en él, el nombre, dirección, teléfono del productor, fecha de envasado y naturaleza de los riesgos que presentan. Esta etiqueta debe estar firmemente fijada sobre el envase del producto.
La gestión está regulada por muchas normativas, como el Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley 20/1986, Básica de Residuos Tóxicos y Peligrosos. Este decreto especifica las fases que debe seguir la correcta gestión de los mismos. Se divide en 3 fases: